“Bien. Pensamos igual”.
“¡Genial! Tu regalo porque estabas a punto de decirlo primero”.
“Bueno, me alegro de haber verbalizado tu pensamiento para ti”.
* sonríe y asiente *
No seas hostil ni cortés en tus respuestas, esto no es una guerra, cuanto más te concentres en menospreciarlo, más intentas aportar ideas a través de las cuales puedas. No, por ninguna razón, deje que eso suceda. Tienes tu propia vida y muchas cosas en las que pensar, ¿por qué quieres dejar que ese chico descanse en paz en tu mente mientras elaboras ideas para menospreciarlo?
Sé feliz y amable siempre. Disfruta de tu vida con pensamientos que te hacen más productivo.
¡Aclamaciones!