Si esto sucede, y hay una cierta chispa, debe tomar el asunto en sus propias manos.
La situación más inocente y sin compromisos es una invitación a almorzar, ya sea un compañero de trabajo, un amigo o un simple conocido.
La conversación durante una comida le permitirá formular algunas preguntas que detallarán el estado civil / disponibilidad de esa persona, su evaluación inicial de que esta persona es material romántico se comprobó o fue destruida, etc.
Ahora ponte tu mejor atuendo, ven a esa persona y pregúntale si tiene hambre.