¿Algo cambia cuando escuchas que tu compañero se tira un pedo por primera vez?

Algo sobre echar un pedo delante de un compañero te obliga a darte cuenta de que la persona de la que estás enamorado es solo un humano como tú, y no un demi-dios que hayas colocado en un pedestal en todo tu enamoramiento. Hay un cierto nivel de comodidad al saber que estás en un campo de juego parejo. Fíjate, te tiras un pedo, y está bien.

Recuerdo la primera vez que mi marido se tiró un pedo delante de mí; dijo tímidamente “disculpe” y hubo una pausa incómoda antes de que cambiara de tema rápidamente. Recuerdo haber pensado: “Wow, supongo que ahora somos una pareja real”.

Años más tarde, tengo poca modestia al respecto, pero él todavía mantiene cierta cantidad de reservas, que aprecio. Algo acerca de él, sosteniendo sus pedos hasta que pueda soltarlos (o simplemente elegir no llamar la atención) ayuda a mantener vivo el romance. 🙂