Lamento escuchar que estás teniendo problemas, si quieres hablar de algo, estoy aquí para ti. Recuerda que las cosas siempre mejoran al final. Algo como eso.
Los gestos físicos pequeños pueden ayudar mucho también, si es apropiado. Solo un brazo alrededor del hombro y unas tranquilas palabras de tranquilidad.