Romper con tu novio, volver con él es un círculo vicioso que podría agotarte emocionalmente a los dos a largo plazo. La primera vez que rompes con él, crees que las relaciones terminan para siempre y que seguirás en paz.
Entonces empiezas a extrañarlo y disculpas todas sus faltas para darle otra oportunidad.
La segunda vez que se separa, piensa que ya está todo, semanas / meses después, las personas los vuelven a ver juntos.
El motivo es familiar. Lo devuelves, lo separas, lo devuelves de nuevo, activas el interruptor de tu relación. Sigues presionando y apagando.
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¿Por qué?
Con el tiempo, tendemos a vincularnos emocional y físicamente con nuestros compañeros y nuestros cerebros se vuelven literalmente adictos a ellos. Nuestros socios parecen llenar algún tipo de vacío para nosotros. Este fenómeno está científicamente probado.
El hecho de ir y venir en una relación demuestra que no tienes claro qué quieres o necesitas para ti. Eso significa que tienes incertidumbre y dudas. Tratar con la adicción de tu pareja a tu cerebro es intensivo y debes aprender cómo mantener la claridad / dignidad para ti mismo.
Establecer límites . Ese es el primer acto para respetarte a ti y a tu pareja. Estar encendido y apagado no es saludable, jugar boomerang en la relación no es divertido en absoluto.
Cuando entres en una nueva relación, recuerda una regla: si debes romper, hazlo UNA SOLA vez por tu propio bien.
Buena suerte