Mi esposa está inmersa en la tradición y en las fuertes creencias religiosas, pero siempre veo el razonamiento racional, aunque no soy ateo. Esto lleva a conflictos entre nosotros. ¿Cómo logro un equilibrio?

Siéntate con ella y discute. Escuche con calma el punto de vista de cada uno y deje que una persona hable al mismo tiempo.

No intente forzar su voluntad o razonamiento sobre sus creencias y dígale también que no lo haga. Ambos no están en un combate de lucha libre.

Aclara que no eres ateo pero que no te gusta realizar rituales.

Sin embargo, estás dispuesto a estar con ella de todo corazón cuando se requiere que ambos cónyuges estén juntos en un ritual.

A cambio, ella debe eximirte de todo corazón de los rituales que se pueden realizar solos.

Todo lo que quiero decir es encontrar un camino intermedio, no intentes cambiar, adaptarte a las necesidades de los demás.

Cuídate.

El amor funciona a través de la apreciación de las virtudes. Los matrimonios funcionan a través de la tolerancia de los defectos.

Creo que necesita compromiso hasta cierto punto para ambos. Recuerde, un árbol que no se dobla se rompe y si se dobla demasiado, entonces ya está roto. La única solución es comunicar los límites y dar espacio entre sí.