¿Por qué los hombres que son simbolizados por la fuerza, que se sabe que son duros, se sienten tan débiles e indefensos cuando la persona a la que aman de verdad dice que no le quedan sentimientos por ellos?

No lo sé. Tal vez sea porque nosotros también tenemos un corazón. El pecho de un hombre es una cámara de secretos donde oculta todos sus dolores, todas sus preocupaciones del mundo y aparece como una persona fuerte desde el exterior. Pero por dentro, los hombres nunca crecen. Seguimos siendo un niño cuando se trata de amor. Cuando le das la llave de ese cofre (el corazón) a alguien, esperas que la cuiden para siempre, pero cuando las cosas van de otra manera, la cámara se abre y la llave se pierde. A los hombres les lleva años superar su amor perdido, las pesadillas diarias y los sueños diurnos persiguen su alma. Cada cosa que ves alrededor tiene un recuerdo asociado a ella, te recuerda que perdiste lo único en lo que alguna vez fuiste serio en tu vida. Intenta seguir viviendo, pero incluso una persona que pise sus pies le recuerda a ella y cómo solía sobrepasar sus pies deliberadamente todo el tiempo. Te mata un poco de ti cada vez que sucede algo así. Y lo peor, nada volverá a ser igual que antes. Hace que los hombres se pongan tristes y sí, también enojados, muy enojados.

Como persona dura, generalmente no permitimos que nadie ni nada controle nuestras emociones. Es porque hemos tenido malas experiencias con las personas o por naturaleza lo somos.

Pero cuando se trata de amar, somos diferentes. Confiamos tanto en nuestra mitad superior que les abrimos nuestros sentimientos. Les damos el mapa a nuestro corazón y confiamos en que no lo romperán. Lamentablemente, no tenemos otra opción. Porque no queremos mantener a nuestro socio en el mismo lugar que mantenemos a nuestros amigos u otros.
Ellos son diferentes.

¿Cómo te sientes cuando esta confianza se rompe?
Somos humanos también, hombre ..