Soy alguien con ambos, y puedo decir con gran confianza que mi inteligencia callejera ha sido más valiosa en más situaciones que la inteligencia de mi libro. No creo que hubiera podido evitar ser asaltado o violado hablando de filosofía o cálculo.
Dicho esto, el hecho de que, por curiosidad, estudié el derecho constitucional y las normas para el procedimiento policial me ha sacado de los problemas con la policía varias veces, cuando decidieron que tratar conmigo era mucho más problemático de lo que valía. (Nunca por nada malo, solo cosas insignificantes.)