Bienvenido a la vida. Cambió un poco en el transcurso de seis años. Él cambiará de nuevo. Y tú también. Es probable que ya lo haya hecho, pero no es frecuente que nos demos cuenta de nuestro propio cambio hasta que se haya señalado.
Lo que haces es abrazarlo. Rodar con los punzones. Si no puede manejar este cambio, no podrá manejar estar casado. Todos pasamos por períodos de encontrarnos y perdernos una vez más. Todos necesitamos un ancla para evitar que nos alejemos de lo que somos. Si lo amas, sé su ancla.
Ahora, no tiene sentido sentirse obligado. Si es bueno se adapta al cambio. Si es un mal cambio (por ejemplo, beber, jugar en exceso, etc.), ayúdelo a encontrar su camino, ya que hay un problema subyacente. Si es demasiado para soportar, considere seguir adelante. Sucede.
Lo más importante es esto: hable con él al respecto y exprese cómo se siente mientras lo sigue aceptando por quién es. Si puedes capear el temporal, a menudo hay sol al otro lado. Es completamente natural para un ser humano temer el cambio. A ninguno de nosotros nos gusta. Es, sin embargo, exactamente lo que haces, nada más y nada menos.