Solía trabajar en una rehabilitación. Centro con drogadictos severos. No participé directamente en su tratamiento, sin embargo, aprendí mucho sobre el comportamiento humano al observar a los terapeutas y médicos que estaban. Aquí hay algunas cosas que noté:
- Es mucho más difícil dejarlo solo. A menudo descubrí que aquellos con un fuerte sistema de apoyo formado por amigos y familiares sobrios les ayudaron enormemente. Mantuvieron a la persona responsable y proporcionaría mucho refuerzo positivo. Generalmente, sin embargo, cuando deciden venir a buscar tratamiento, sus relaciones se han desmantelado y empañado. Así que les brindamos apoyo profesional. Les animamos a unirse a una comunidad sobria.
- La rutina y la estructura son claves. Una de las fortalezas clave del programa fue la estructura estricta. Nos aseguramos de que se mantuvieran sobrios, pero solo eso no es suficiente. Necesitaban reconstruir el sistema de recompensas de su cerebro y reemplazar el hábito de las drogas con alternativas más saludables. Tomamos sus manos y nos aseguramos de que no se cayeran mientras aprendían a caminar nuevamente.
- La actividad física es el rey. Aquellos que permanecieron limpios por más tiempo reemplazaron el uso de drogas con otras actividades saludables y placenteras como hacer ejercicio, practicar senderismo, meditación, clases de baile, yoga, etc. Según lo citado por uno de nuestros pacientes: ¡Ya ni siquiera pienso en las drogas! ” También hay una gran cantidad de investigaciones que apoyan los beneficios para la salud de la actividad física en relación con la reducción del estrés. También es lo que algunas personas llaman un hábito clave . Una vez que comienza a rodar la pelota, otras áreas de su vida comienzan a mejorar también, mental y emocionalmente.
Así que supongo que mi consejo para ti es:
- No te rindas
- Sigue aprendiendo algo nuevo y haciendo algo emocionante con otras personas. (¡ Meetup.com es genial para encontrar grupos de personas increíbles!)
- Mantener una rutina saludable.
- Disfruta de las cosas simples de la vida
- Respirar