No soy un experto en Dale Carnegie pero me arriesgaré con mi interpretación …
La mayoría de las personas les encanta hablar de sí mismos. Si su objetivo en la conversación es aprender más acerca de la otra persona y escuchar para entender, y ofrecerle ideas que sí entiende, la mayoría de las personas le hablarán con gusto.
Por otro lado, si su objetivo es hablar sobre usted y contarles todo lo que sabe, es probable que su interlocutor se aburra sin importar cuán fascinante sea.
Por lo tanto, un “truco” del gran conversador es hacer muchas preguntas, escuchar, hacer contacto visual y asentir mientras la otra persona está hablando. Luego, hágales saber que han sido escuchados diciéndoles lo que escucharon.
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Por supuesto, en conversaciones realmente geniales, ambas personas sienten curiosidad por lo que pueden aprender de su compañero de conversación y se convierte en un intercambio de ideas y experiencias de dos vías.