Cómo aprender a ser más amoroso y agradecido.

John Himani tiene una gran respuesta y me gustaría explicarlo si puedo. Para mí, el mejor sentimiento es amar a los demás. Cuando amamos con todo nuestro ser, es correspondido. ¿Cómo no puede ser?

Por supuesto, esto significa que tendrás que practicar el no juzgar. En este mundo, eso es muy difícil de hacer. Somos juzgados unos por otros, incluso cuando no somos conscientes, nos estamos juzgando unos a otros. Me cuesta mucho creer que Dios o cualquier otra entidad no humana, nos juzgará. No es necesario, porque juzgamos a todos e incluso a nuestro propio Ser, y, a veces, a la muerte.

Entendiendo que nosotros también podríamos haber sucedido cualquier cosa que conduzca al momento del juicio de otro. La mayoría solo experimenta el amor incondicional como un bebé pequeño. Desafortunadamente, la mayoría olvida este tipo de amor. Es hora de que la mayoría de nosotros vuelva a estar en contacto con ese tipo de amor. No tenemos que estar de acuerdo con las acciones de nadie, pero siempre hay algo más profundo que nos lleva al momento en que hicieron esto que no creemos que sea lo mejor. En estos casos, debemos perdonar, para que podamos seguir amando, porque el amor en realidad es … todo lo que debe haber.

Si comienzas a realizar un seguimiento consciente de todo por lo que deberías estar agradecido, vivirás tu vida en gratitud. Lo primero de cada mañana, haga una lista de todas las cosas por las que está agradecido. Para empezar, estoy agradecido de estar vivo, porque si lo piensas, realmente no hay razón para que sintamos lo contrario. Esté agradecido por cada respiración que tome. Aprende a rastrear la gratitud hacia atrás. Por ejemplo, estoy agradecido por la leche, la tienda donde la compré, la gente que almacenó los estantes, la gente que la llevó a la tienda, etc. El resto de tu vida rastrear una cosa desde el principio hasta el principio de todo lo que es. Es un verdadero abridor de corazón … No es broma.

Esté agradecido y agradezca cada paso que da, la ropa que lleva puesta, el techo sobre su cabeza, etc. Damos por sentada nuestra existencia y debemos estar agradecidos. También deberíamos estar agradecidos por las cosas difíciles que experimentamos. Simplemente porque nos enseña quiénes no deseamos ser y cómo preferimos no comportarnos el uno con el otro. Una vez que practicas la gratitud y te concentras en lo que realmente te hace sentir, es natural decir “gracias” y no solo decirlo en serio, sino sentirlo. Todos notarán la diferencia, porque brillarás y sentirán que estás agradecido.