Recuerda la sensación que tienes cuando estás en un lugar muy alto y el miedo de caer, pero también te gusta quedarte al borde. No huyes hasta que te sientas realmente asustado. Te preguntas qué estaría cayendo desde allí. Lo mismo sucede con los pensamientos tanto como tienes miedo de saltar desde lo alto, pero te reprimes. Por mucho que intentes dejar de entrar, de hecho, quieres dedicarte a pensar en esa otra persona.
Y la razón principal por la que te haces eso a ti mismo es porque estás muy solo. El mejor remedio para evitar este escenario es distraerse tanto como sea posible. Termine la tarea de sus días, su trabajo, sus tareas y trate de permanecer en compañía de su círculo íntimo más cercano. No hay mejor medicina en este mundo que tener el grupo adecuado de amigos.
La agitación que nuestros corazones y mentes juegan cuando queremos practicar el desapego de otra persona. Tememos cómo termina para ti. Si puede caminar solo por el camino o si seguirá esperando y mirando por encima del hombro para que llegue el otro.
En cualquier caso, no puedes moverte a menos que dejes que fluya hacia ti por completo. Debes someterte para moverte mas alla Es como salir sin suéter en los inviernos. Vas a tener frio Pero una vez cuando lo aceptes. Dejas que el frío te atrape. Ahí es cuando dejas que el frío se asiente en ti y te aclimatas a tu realidad. Sentirás frío pero no te recordará ni te molestará por no llevar tu suéter. Te acostumbrarás a ello. Aprenderás a vivirlo.
Así que permite que tu mente tenga pensamientos sobre otra persona. Ese es tu obstáculo que debes superar al enfrentarlo.
Tus pensamientos son como las olas del río o del océano. Sin fin. Nunca quedo en un solo lugar. Siempre va y viene. Vivirás para ver un mejor horizonte al final del día.
Como bien dijo Zaeem Ul Haq, solo se tomará su tiempo para vivir con su frío y su mente para encontrar la paz con él.
Piezas para la paz.