Bueno, todos estos parecen buenas señales. Pero como ni tú ni yo somos locutores y lectores de la mente, solo hay una forma de saberlo con seguridad. Preguntarle. O mejor aún, pídale que salga con usted. Sí, esto es un riesgo, pero sentarse y esperar pacientemente por lo que quiere dar cuenta también es arriesgado, porque podría perder una gran oportunidad.
Gracias por la solicitud.