Sabes que son un guardián si:
- Puedes confiarles secretos y tus pensamientos más profundos.
- No te juzgarán por llorar o estar débil.
- Serán honestos, y han demostrado tener tu espalda.
- Pueden hacer que te sientas mejor ante una situación que, en tu opinión, era incómoda, pero en realidad no lo era.
- Dejarían todo (por supuesto, hay excepciones) para permitirle desahogarse y / o hablar con ellos porque se preocupan sinceramente por usted.
- Saben cuándo tener una conversación en privado, y saben qué temas no tratar con usted.