Así es como rompes con ella, envíale un mensaje de texto que diga algo así. “Oye, te diré algo, llámame en algún momento cuando quieras hacer algo”. Luego borre su número de teléfono o relájese a la pila de “Nunca volver a llamar”.
Por cierto, esta frase “Te llamaré en algún momento” es un tono insidioso para “por favor, sal de mi vida”, me tomó un par de años lograr esto.
Cerca de la época en que finalmente entendí esto, acababa de salir con Heidi. Ella era divertida y linda. Acababa de llevarla a mi fiesta de Navidad del trabajo, en un hotel de 5 estrellas. Estamos hablando de personas que están afuera de los baños con toallas para que se seque bien las manos. De repente salió el entretenimiento, un coro local de hombres de A’cappella que era realmente bueno. Pero no pudo decir lo mucho que odiaba esto.
Fue entonces cuando me di cuenta de que ella era una tomadora, cada cita que fuimos era su toma. Cambié su aceite, arreglé su auto multisignal (en mi moneda de diez centavos). Ella siempre amenazó con hacerme la cena, pero en realidad nunca lo hizo.
- Mi ex me quiere de vuelta pero me mintió. ¿Debo incluso darle una oportunidad?
- ¿Es tu ex tu mortal archienemigo?
- ¿Mi ex solo me está encadenando o realmente quiere ser amigos?
- ¿Por qué es tan difícil concentrarse en los estudios al pasar por una ruptura?
- ¿Debo hablar con mi ex para aclarar las cosas?
Como se estaba divirtiendo tan poco y sus quejas empezaron a molestar a mis compañeros de trabajo, le ofrecí llevarla a casa. Ella con mucho gusto aceptó.
Intenté conseguir una cita más o menos por una semana, pero ella no estaba segura … entonces me di cuenta de que no quería salir con ella . ¿Cómo romper aunque? Entonces recordé esas palabras especiales. La llamé por última vez para ver si quería salir esa noche y, si no, romper. En realidad, estaba temiendo la idea de que ella quiera hacer algo. Ella respondió, nuestra conversación fue tensa y torpe. Queriendo terminar, dije estas palabras “bueno, Heidi, te diré algo, llámame alguna vez si alguna vez quieres hacer algo”. Una segunda vez, ¿había juzgado mal el significado real de esta oración para las niñas?
De repente ella habló y fue con facilidad, como si un gran alivio la hubiera inundado, como si fuéramos viejos amigos. “Eso suena genial, lo haré” nos despedimos y colgamos.
Ya no volví a escuchar de ella.