Nunca hay una necesidad absoluta de una luna de miel.
Sin embargo, hay algunas razones para tener uno:
- Después del estrés y la actividad de casarse, pasas un tiempo a solas para relajarte.
- Comienzas tu vida matrimonial contigo y sin distracciones.
- Tienes unas buenas vacaciones.
- Pueden contemplar el futuro juntos.
- Puedes celebrar lo que acabas de hacer.
- ¿Por qué no tener uno?