Como alguien con TDAH, puedo decirte que este escenario no se parece en nada a la situación en la que terminarías conmigo. El término “Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad” es en realidad bastante inexacto, específicamente con respecto a la palabra “Déficit”. El déficit implica que existe, en general, una capacidad reducida para prestar atención o concentrarse en cualquier cosa. Esto es completamente inexacto, pero desafortunadamente, debido a la terminología, esta es la forma en que la mayoría de las personas piensan que el TDAH funciona. En realidad, el TDAH significa que las personas tienen problemas para concentrarse en cosas que no les interesan, lo que a menudo incluye cosas importantes de la logística diaria en la vida de una persona. Cuando se trata de cosas que a una persona con TDAH le gustan y les interesa, no hay absolutamente ningún problema para concentrarse, y de hecho, las personas con TDAH a menudo tienen la capacidad de enfocarse * mejor * que las personas que no lo hacen. Tengo TDAH y, si bien tengo problemas para mantenerme al día con las conferencias y los plazos escolares, también soy notorio por atracarme en la programación de computadoras o investigar cosas al azar que me interesen y estar tan concentrado que el hambre e incluso las ganas de ir al baño se pueden descuidar por períodos de tiempo que se extiende en las horas. En un acalorado debate intelectual, mi comportamiento se caracterizaría por exactamente lo contrario a los efectos que la mayoría asumiría que tendría el TDAH; participación intensa y el deseo de terminar los argumentos en lugar de decir “lo que sea” después de que haya sido “demasiado largo”.
El TDAH tampoco tiene nada que ver con la memoria, aparte del hecho de que las personas no recordarán las cosas a las que nunca prestaron atención en primer lugar. No recordaré muchas cosas a las que se suponía que debía prestar atención, pero no lo hice, pero cuando SÍ recuerdo algo en lo que estaba prestando atención, casi siempre tengo razón.
La última parte acerca de decirle a la gente cosas malas sobre usted no tiene absolutamente nada que ver con el TDAH y, honestamente, parece indicar algunos problemas extremos de deshonestidad, autoestima y quizás algún tipo de trastorno de personalidad, pero ciertamente no está relacionado con el TDAH.
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