Piense en sus perspectivas como un río que fluye. Si intentas cambiar la dirección del río 90 grados, fallará.
Pero si cambias gradualmente la dirección del río en 1 grado cada milla, el río habrá cambiado en la milla 90 sin mucha resistencia.
Tus clientes son los mismos. Empieza por venderles la idea convencional. Luego, con pequeños pasos y cambios, conviértelos en una idea poco convencional.
Piensa que la música heavy metal en los años 90 es un gran éxito. Las bandas tocaban heavy metal incluso en los años 60. Solo se volvió aceptable en los años 90 debido a que suficientes actores principales tocaban rock n ‘roll más pesado.
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Así es como consigues que tus clientes acepten ideas no convencionales. No metiéndolos en la garganta, sino cambiando sutilmente lo que creen que es convencional.