La hiena es un muy buen ejemplo de hembras más dominantes y violentas. Además, este animal ha alcanzado el punto de su evolución en el que las hembras incluso tienen lo que parecen ser falsos testículos e incluso penes. Sin embargo, totalmente no funcional.
Los machos adultos generalmente son desterrados y solo se permiten cuando la crianza se hace necesaria. También suele haber una hiena “reina”, que gobierna sobre las otras hembras.