¿Es la erección masculina puramente un acto de lujuria y no amor?

No es ninguno, pero sus resultados pueden ser ambos. La erección es un marcador sustituto para la circulación de energía en el cuerpo masculino. En los jóvenes, dado que la circulación de energía es alta, las erecciones son frecuentes. Y tanto la lujuria como el amor requieren energía. La lujuria es como un relámpago eléctrico indomable e inconsciente, y el amor es la misma energía de erección arrastrada hacia una dimensión interior, algo que es un pariente de un condensador con una capacidad infinita. Pero, para empezar, se requiere erección para ambos. La hembra es solo uno de los factores desencadenantes de ella, también ocurre sin las hembras de forma natural. De hecho, la erección (la forma más primaria de energía) es necesaria para cualquier creatividad asombrosa, por ejemplo, pintura, música, invenciones. Pero tales creaciones casi siempre requieren el aprovechamiento de esa energía (a sabiendas o sin saberlo). Debido a la falta general de aprovecharlo con facilidad, las personas que incluso podrían echar un vistazo al uso de los mismos se utilizan términos como la vida en el carril rápido, etc. En resumen, la erección es un pariente para frotar dos piedras de sílex de un hombre primitivo para crear fuego. Si alguien conoce el principio de ello, puede usarse en el amor o en una experiencia astral de 24 horas; si no lo sabe, al menos puede usarse para experimentar una experiencia de lujuria.

No es nada, es una reacción fisiológica.

Que los hombres (o incluso los bebés) tengan erecciones en momentos distintos al amor o la lujuria lo prueba.