Mi madre a menudo aconsejaba que “la gente siempre te intimidará mientras te retrates como débil, mansa y afectada por sus actos”, siempre que estallé en lágrimas cuando era niña por el acoso escolar. Durante un período de tiempo en que dejé de preocuparme por ello o cuando era necesario respondía con firmeza, casi no había nadie por ahí que quisiera intimidar.
Si observas atentamente, no son las personas más amables las que son acosadas, sino las personas que no les causan matones a su vez o las que se ven afectadas por su acosador o el desdentado.
Es por esto que las personas intimidan en general.
1) Son débiles. Son débiles en lo profundo de sus corazones, en sus mentes. Necesitan algo o alguien que les asegure que no lo son. ¿Qué hacen ahora? Estas personas no eligen trabajar en sí mismas para fortalecerse, sino que buscan a los que parecen más débiles, se pacifican y / o representan a los demás que son más fuertes. ¿Ves la comparación?
2) Tienen vacío en ellos. ¿Han visto a un científico ocupado, a un médico de operaciones o a un ingeniero de programación deambulando por acosar a otros? Los que acosan tienen tiempo para matar, no tienen nada que ver con sus vidas, necesitan alguien a quien atacar y, por lo tanto, las personas más amables son los objetivos. Así es como llenan su vacío.
3) No saben cómo se siente: es más probable que cualquier persona que haya enfrentado el acoso escolar no intimide ni anime a alguien a acosar a otros. Saben cómo se siente, cuál es el dolor.
4) Falta de identidad: no tienen una identidad propia. Están desesperados por tener uno y así es como eligen hacer uno, comparándose a la par con otra persona (ser más amable y débil). Se aprovechan de los que están seguros de que no se vuelven hacia ellos, no intimidan a los que son duros, sino a los que no los detienen. Esta es la forma más fácil para que les demuestren a los demás que están por encima de aquellos a quienes acosan, que trabajando duro e inteligente para crear su propia identidad.
Una vez más, no son las personas agradables las que siempre son acosadas, sino las personas agradables, débiles y mansas que son víctimas de los abusadores.