En primer lugar, reconoce que no tienes ninguna superioridad. Además, reconozca que “hacerse notar” o “obtener atención masculina” no son deseables para todos. No todos te envidian o quieren lo que tienes.
Un personaje interesante y una buena personalidad comienzan deseando cosas que su apariencia no puede atrapar. Si aún no tienes ese deseo, es probable que seas una persona aburrida, y eso no tiene nada que ver con tu apariencia.