¿Alguna vez has tenido problemas de confianza antes? ¿Te lastimó alguien que estaba cerca de ti? ¿Estás rodeado de amigos o personas que siempre tienen esta línea de pensamiento (la que mencionaste)?
Si ninguno de los anteriores es afirmativo, es posible que desee visitar a un terapeuta profesional y buscar su ayuda.