No hay tal cosa como el amor perdido. Tengo buenos recuerdos y esos recuerdos siempre serán parte de mí siempre.
Mi pasado amor me obligó a entenderme mejor. Me permitió ser más amable conmigo mismo. Tuve un nuevo respeto por mí mismo. Me permitió estirarme para alcanzar mejor mi objetivo máximo. Me hizo ser más independiente, ambicioso y de mayor escala. Me enseñó hasta dónde puede llegar una mujer para alcanzar sus metas. Hoy muchos me ven como una dama fuerte e independiente. Tal vez sea por mi pasado que me ha moldeado mejor.