Los padres no tienen que enseñar a los niños a hacer amigos. Sin embargo, al igual que muchas cosas que vienen naturalmente a nuestra especie, los padres pierden el proceso al guiar a sus hijos. A veces, esta guía va en contra de nuestras inclinaciones naturales porque tiene más que ver con la cultura que con cualquier otra cosa. (Vi muchas lecciones negativas relacionadas con la amistad provenientes de maestros y asistentes cuando, por ejemplo, sustituí las clases en el jardín de infantes).
La amistad tampoco está bien definida, o tiene muchas definiciones. Muchos considerarían “una persona con la que uno es bueno” una definición decente de un amigo. Pero sea cual sea la definición, es muy difícil sobrevivir a la sociedad humana sin amigos. Todo, desde enfermedades mentales debilitantes hasta incapacidad para encontrar resultados de empleo por no tener amigos.