En pocas palabras, no lo hace. La tortura es siempre una apuesta. Cuando la gente está asustada o con dolor, hará cualquier cosa para disminuir ese temor o dolor, ya sea que esté hablando de tortura o abuso infantil o de una enredadera que le pida su número a una niña renuente “entonces él la dejará en paz”.
A veces la tortura proporciona información precisa, pero a menudo no es así. Es increíblemente poco confiable, al igual que pedirle a alguien “¿me amas?” Con una pistola en la cara no es una buena manera de obtener una sincera proclamación de afecto. Quiero decir, supongo que podrían quererte, pero no me gustaría contar con eso.