A veces nos encontramos con alguien especial y luego se van. Extrañamos los buenos momentos con ellos, más bien son solo amigos con beneficios o compañeros reales de algún tipo. Todas las relaciones no están destinadas a ser permanentes, sino que tienen un propósito en nuestra vida, no menos. Aprendemos cómo, qué y qué no esperar de las personas.
Tengo un marido maravilloso, pero nada es perfecto y de vez en cuando pienso en los hombres de mi pasado. Eso no significa que cambiaría a mi esposo por uno de ellos, pero nunca los he olvidado. Pensé que en ese momento nunca podría superarlos, pero no tenía otra opción. Sobreviví porque la gente es como las estaciones. Vienen y se van, pero siempre son parte de tu vida. Recuerde que su relación no duró por una razón. Aprende de esa razón y continúa con tu vida porque confía en mí, la vida es corta. ¡Buena suerte!