Primero, los narcisistas caen en lo que yo llamaría más exactamente idealización. Carecen de la estabilidad y la madurez emocional y psicológica para amar a los demás de la forma en que la mayoría de nosotros entendemos el amor: un intercambio sostenido de intimidad, confianza, respeto y apoyo, a menudo desinteresados, a través de los altibajos de la vida.
En segundo lugar, SÍ, dos narcisistas pueden involucrarse e incluso pueden casarse y, a veces, permanecer juntos (aunque por lo general son bastante miserables) A menudo es un manifiesto y un encubierto que se engancha. He visto este juego en mi familia de origen y en la vida de muchas personas que conozco y he entrevistado (tanto de gente habitual como de médicos) en mi investigación sobre el trastorno de personalidad narcisista.
Cuando la idealización inevitablemente da paso a la desilusión, pueden disolverse o permanecer juntos en lo que caracterizaría como las entrañas del infierno. A menudo, los niños vienen y se unen a ellos en sus oscuras entrañas del infierno, usadas como armas en su guerra entre sí o, a veces, como objetivos que los unifican en un juego enfermo de “atormentemos a los niños juntos”.
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