¿Crees que puedes vivir sin enamorarte nunca?

Lo que hay que recordar es que hay diferentes intensidades de “enamorarse”. Me enamoré cuando tenía 16 años, o creía haberlo hecho. Finalmente me di cuenta de que era una ilusión: mis emociones juveniles hacían trucos en mi mente.

Enamorarse, en cualquier nivel de intensidad y realidad, es muy común y no puedo imaginar a muchas personas que no experimenten esta emoción en algún momento de sus vidas.

Sin embargo, estar enamorado y a largo plazo, es algo más raro.