Mire, jefe, hay dos cosas posibles que están sucediendo aquí. Ninguna de estas cosas te queda bien.
- Ella está, en realidad, ignorándote. Como en, ella se niega a creer en tu existencia. En lo que a ella concierne, eres un bache molesto que sigue apareciendo. Algo que puede notar por el rabillo del ojo, pero espera que sin contacto directo con los ojos se desvanezca. Ella no te quiere en su vida, y por lo tanto finge que no estás en su vida. Eso solo puede significar que ella no quiere que la persigas. Ella te quiere lejos, muy lejos. Lo único decente es respetar eso. O eso o agregar a su colección de órdenes de restricción.
- Ella NO te está ignorando, sino fingiendo que lo hace, porque quiere que la persigas. Ella quiere ser tratada como un premio para ganar. Una chuchería brillante, fuera de tu alcance hasta que finalmente, un día, haces una muestra abstracta de “amor” (amor utilizado de manera general) que no está claramente definido, momento en el que finalmente decide que eres digno de su atención. Esa es una receta para las tonterías que nadie debería pasar, y te aconsejo que actúes con cautela y la metas metafóricamente a la acera.
Nota: en realidad no la pateas. Eso es rudo.
Nunca persigas a nadie. Nunca permitas que algo sea unilateral. Nunca te pongas en desventaja como esta. Las relaciones son un imán; No es un juego de etiqueta.
Entonces, ¿perseguiría a una chica que me ignora?
- ¿Qué pasa si una chica que acabas de conocer te llama linda? ¿Esta mal?
- Ves a una persona comiendo sola. Usted sabe que no le gustará conversar con ellos y sospecha que sentarse con ellos una vez podría hacerles pensar que continuará haciéndolo. ¿Qué haces y por qué decides hacerlo?
- Rechacé la ayuda de un chico que me quiere. ¿Cómo se sintió al respecto?
- ¿Por qué la gente te deja sin una razón? ¿Qué debemos hacer para que se queden?
- ¿De qué depende esto de lo que se alucina (en la psicosis)? ¿Por qué alguien ve llamas, mientras que otra persona ve algo completamente distinto?
Amigo, no perseguiría a una chica por nada que no fuera un cubo de muy buenas alitas de pollo. Y luego tomaría esas alitas de pollo, y no compartiría ni un solo hueso.
Nadie, hombre o mujer, merece una persecución.
A menos que alitas de pollo.