Un chico en mi oficina siempre está fingiendo ser el héroe de su equipo. Trabajamos en un país fuera de la India y somos 3 de cada 400 trabajadores. Es demasiado tóxico para manejarlo. ¿Qué tengo que hacer?

Es simple. Hacerse cargo del problema.

El tema es uno de eficiencia y conservación de la energía. Él gasta energía para compensar sus problemas de inadecuación y estima y luego debe gastar energía en sus propias consecuencias emocionales.

Toda esta energía podría ir hacia la salud mental y emocional de todas las partes involucradas, proyectos de trabajo, tiempo libre, etc.

Simplemente dígale que su estatus de héroe no mejora el rendimiento, sino que lo disminuye. Usted sabe que esa no es su intención, pero su intención no es relevante en este caso (y generalmente no lo es). El efecto es una pérdida, no un plus.

Usted está en el mismo equipo y, como tal, él querría, si realmente quiere parecer valioso para los demás, cuidar de la salud de su equipo. Terminar con su estatus de héroe mejoraría la salud.

Tales personas siempre tratan de ser el centro de atenciones. Cuanto más reacciona, más los alienta a continuar con el comportamiento irritante.

La mejor solución: dejarlos ser.