Pasamos nuestra infancia juntos.
En su infancia, era muy tímido y socialmente inepto. Era un introvertido completo, que ni siquiera estaba unido a nadie en su familia. No tenía amigos, pero mi tía y yo éramos sus mejores amigos. Así que solía decir su corazón delante de nosotros.
Recuerdo que cuando su hermano visitó nuestra casa y lo vio hablando conmigo, él dijo: “¿Entonces, puedes hablar? ¡Guau!”
Soy muy hablador, pero él era la única persona en la tierra a quien solía escuchar en voz baja.
- ¿Quién es el indio más odiado y más querido en tu opinión?
- ¿Se encuentran los bisexuales incapaces de amor romántico entre el mismo género?
- Soy el único hijo de una madre soltera y soy gay. La amo pero ella no me acepta. ¿Qué tengo que hacer?
- ¿Cómo debes mantener una relación si ya no eres feliz pero sabes que lo amas?
- Si uno no se siente apreciado, amado o preocupado, ¿significa eso que son egoístas?
Era mi amigo, mi amigo y mi único amigo hasta que un día lo enviaron a un internado.
Yo estaba en octava clase. Todavía puedo recordar el momento en que escuché que se había ido. Algo golpeó directamente en mi corazón.
No llore Nunca lloré frente a nadie excepto a él. ¿Cómo podría llorar? Él no estaba allí para consolarme. Estaba totalmente abajo en los basureros.
Él vino a visitarnos en Eid. (Era su costumbre que cuando solía entrar en nuestra casa, solía gritar en voz alta: “Assalam o Alaikum. Estoy aquí otra vez”.) Cuando escuché esta voz, salí a su encuentro. Mi corazón rebotaba como los gatos.
Nos dimos la mano. Podía sentir mis manos temblando mal. Él sonrió y preguntó: “¿Cómo estás?” Yo, “Estoy bien”. Y entré en mi habitación. No sé por qué, pero no podía estar ni un segundo delante de él.
Estaba feliz de verlo, pero había algo que no me permitía disfrutar de su presencia. Estaba preocupado por eso. Tuve que averiguarlo. La respuesta estaba justo delante de mis ojos, pero la estaba ignorando.
“Lo amas Abeeha”, mi corazón gritó y me rendí.
Abhi