Cómo lidiar con un jefe que quiere despedirme aunque soy bueno en mi trabajo

“Soy bueno en mi trabajo”

¡Genial! ¿Pero es esta tu percepción o la de tu jefe?

En primer lugar,
No es lo que entregas, es lo que evaluaste.

Si su jefe quiere despedirlo, podría haber algunas razones posibles: tiene un bajo rendimiento, su jefe cree que tiene un bajo rendimiento o se siente incómodo trabajando con usted.

Para los dos primeros:
Pregúntate a ti mismo, si quieres continuar con la empresa. Si es así, vaya a su jefe, discuta sus problemas claramente y busque su ayuda. No se limite a decirle, muéstrale que eres lo suficientemente entusiasta para trabajar con la empresa, aprender cosas y para eso necesitas su guía. Recuerde, cuando las personas nos piden ayuda, es menos probable que les hagamos daño. Pregúntale dónde puedes mejorar y qué puedes hacer para eso. La retroalimentación genuina siempre ayuda, si se puede tomar positivamente. Tienes que hablarlo, amigo mío; No hay otra manera.

Y si se da cuenta de que el problema no está relacionado con su desempeño, es posible que desee trabajar en las habilidades de su gente. No importa cuán estelar sea en el trabajo, su jefe no querrá trabajar con alguien arrogante, deshonesto o irresponsable; O simplemente no profesional. La empatía es la clave aquí, mira las cosas desde su perspectiva. Sé el tipo con el que te gustaría trabajar 8 horas al día.

Usted podría estar pensando, por qué estoy haciendo hincapié en sus áreas débiles aquí. Porque a menudo pasamos por alto nuestras fallas y empezamos a culpar a otros: colegas, jefes. Los problemas vienen al trabajo, pero debemos aprender a tratarlos profesionalmente y con respeto.

Compartido desde la experiencia de primera mano.

¡Buena suerte!

Esto supongo que es su percepción? Entonces, el primer paso es confirmar que realmente representa la intención de su Jefe de despedirlo, haga lo que pueda. ¿Habiendo confirmado, descubra sus razones para adoptar esta opción / opinión? ¡Hazlo sin convertirlo en un conflicto de “egos / personalidades” sino de “problemas”! Hazlo con calma y honestidad. Si sus razones son válidas y su opinión no es negociable, renuncie con gracia, sin rencor ni rencor. No es racional ni obligatorio que todas las relaciones, personales o profesionales, tengan que trabajar en armonía.