Pequeños consejos y pequeñas acciones no van a ser de mucha ayuda. Lo que se necesita es más desconcertante que lo que obtendrá de las listas de consejos y tareas pendientes.
El problema es que estás buscando la redención de alguien más y no pueden proporcionarla. La parte de ti que se considera a sí misma como un pájaro roto ve a otro humano y piensa “¡Sí! ¡Amor … eso es lo que necesito! Eso aliviará mi dolor, tristeza y ansiedad y me hará sentir completo”.
Pero no es cierto. Sé que las canciones y las películas dicen que sí, pero están equivocadas. Si el amor redime a alguien, lo hace permitiéndoles reconocer que estuvieron completos todo el tiempo, es un recordatorio, no un redentor. Y ese no es el tipo de encuentro con el amor en el que quieres confiar, es raro.
Hay dos tipos de yo en cada ser humano: uno es completo y el otro está fragmentado. El que está completo es capaz de amar libremente y compartir generosamente, y tiene una profunda sabiduría y verdad en ello. El que está fragmentado nunca puede obtener suficiente amor, pero sigue intentando sin cesar y sufriendo por su falta. Lo que dificulta esta situación es el enredo entre estos dos tipos de yo. Tienes la capacidad de compartir, y eso es verdadero yo. Pero también tienes este ego necesitado que quiere aferrarse, y eso está fragmentado. Usted ve esta capacidad para compartir, y el yo fragmentado dice “¡oh, úselo! Si lo comparte, ¡obtendrá el amor que necesita para estar completo!”
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Pero eso nunca funciona. Un fragmento no puede ser hecho entero. Un yo que es un pájaro roto está roto y eso es todo lo que hay que hacer. Afortunadamente, el otro yo, el que sabe compartir con generosidad, no está roto y no necesita aferrarse. Lo que hay que hacer es conseguir que estos dos tipos de ser distintos entre sí, para que dejen de enredarse todo el tiempo.
Tu ego roto siempre será roto, y el mío también. Esa es su naturaleza. Pero eso no es verdadero yo, eso es un mero concepto. Cuando se puede ver eso, el problema se resuelve: “Después de todo, no soy el pájaro roto y nunca lo fui”. Así es como se ve la libertad.