¿Es tu culpa si presionas la puerta y la persona que te persigue no la atrapa y la golpea?

No nos preocupemos por la “culpa”.
Pensemos en cambio en los modales. La humanidad, si quieres.

Sostenga la maldita puerta hasta que la siguiente persona esté a salvo a través de ella, o hasta que se comuniquen con un gesto o palabras que estén preparados para atraparla, y no se requiera su amabilidad.

Quién sabe: al sostener la puerta, puede alegrar el día de alguien. Puede comenzar con el pie derecho y convertir lo que pudo haber sido un día horrible en un día maravilloso para ellos. Sabiendo eso, puede sentirse satisfecho de haber aumentado la felicidad en el mundo. Contrasta eso con lo que sucede cuando sueltas la puerta y golpea a alguien y ahora tienen un día de enojo. Sí, su día de enojo no es tu “culpa” … No controlas cómo se sienten.

Pero puedes plantar una semilla. ¿Qué tipo de semilla quieres plantar?