La idea básica detrás del amor incondicional parece bastante razonable. Debes amar a tus hijos solo por lo que son, independientemente de lo que hagan. Los niños no deberían tener que preocuparse por si sus acciones harán que los ames menos. Deben poder contar con tu amor sin importar qué
Desafortunadamente, el péndulo osciló demasiado lejos. Si observas cuidadosamente el amor incondicional, verás por qué este gran experimento fracasó. Al quitar el amor condicional, los padres perdieron la capacidad de influir en sus hijos. Los padres dieron a sus hijos carta blanca en la errónea creencia de que esta libertad aumentaría su autoestima, fomentaría la madurez y la independencia y les permitiría convertirse en personas exitosas y felices. Pero lo que realmente hizo fue dañar la autoestima, fomentar la inmadurez y preparar mal a los niños para la vida en el mundo adulto.