- Evítales.
- En el caso de que no se puedan evitar, practicar un ingenioso silencio. Si ella va a charlar, consíguele algo sobre algo útil. Las chicas de Gabbing son estúpidas y pueden ser fácilmente manipuladas para contar más de lo que deberían. Si ella habla de algo que no debería, escucha. Eventualmente encontrarás una debilidad, ya sea de ella o de otra persona. Con el tiempo, ella se hablará en un agujero y luego vomitará una cuerda para colgarla. Cuando ella haga cualquiera de estas cosas, aproveche la oportunidad y golpee.
- Guíe hábilmente la conversación para que revelen su estupidez o, mejor aún, se contradigan públicamente. Todos verán su insensatez y será el blanco de las bromas. Desafortunadamente, los gabbers no saben cuándo parar. Incluso si logras manipularlos sutilmente hacia la humillación pública, esto solo aumentará la rapidez de sus bocas. Además, hará que te odien. Esta táctica solo debe emplearse en personas que son inferiores a usted y que no representan una amenaza para su posición social.
Las personas que hablan demasiado nunca pueden ser corregidas o confrontadas. Si los corrige, no importa cuán suavemente, se pondrán nerviosos y hablarán más. Si los confrontas, te odiarán y tratarán de encontrar una manera de apuñalarte por la espalda con sus palabras. Además, si los callas te verás mezquino y débil.
El único método para tratar con los que hablan es evitarlos por completo o estafarlos para obtener información que tenga un propósito. Nunca es sabio hacer enemigos y algún día su capacidad de conversación podría servir a un propósito. Aguante el chat, manténgalos felices y cerca, simule valorar lo que dicen y gane confianza, de esa manera, si alguna vez necesita que la esposa de su primo le brinde información, tiene un aliado sólido.