Pregúntele a su madre, hermana, abuela, tía o amiga ocasional o compañera de trabajo que es una mujer en la que confía.
Si sientes que no puedes leer a una mujer, pregúntales si puedes jugar con ellos. Es más fácil para una persona segura de su confianza que le brinde su opinión si constantemente se enfrenta a situaciones sociales con mujeres.
Podría ser una solución simple: cambiar tu peinado, tu vestimenta, cómo actúas o ver a través de sus ojos ahora los demás te perciben y luego trabajan en esos rasgos. Se necesita práctica.
Llévelos en público como su “persona” del ala para darle comentarios y ellos pueden ayudarlo con sugerencias sutiles.