Para ser honesto, a menudo siento lo mismo. Afortunadamente, tú y yo entendemos que esto no es correcto.
La forma en que lo trato es un recordatorio regular y casi constante de que la gran mayoría de las personas tienen sus propias historias en curso. Cuando esto sucede, honestamente no tienen suficiente espacio en sus mentes para pensar, y mucho menos hablar de mí.
La idea de que la gente habla de mí es constante e intrusiva. Eso significa que debo recordarme que nadie está hablando de mí. Hay muchas técnicas.
Tomé un breve descanso aquí y el tema surgió con mi terapeuta.
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Mi terapeuta sugirió inventar una conversación imaginaria para ellos. Podrían estar discutiendo los beneficios relativos de diferentes tipos de superball. Podrían estar discutiendo la delicia de las algas. Inventa algo hilarantemente extraño y mundano.