No nunca. Los seres humanos están destinados a ser libres, y cuando somos controlados nos rebelamos. Esa rebelión llevaría a problemas más grandes a largo plazo que ser ligeramente menos compatible. Controlar es el primer paso en el camino hacia la violencia.
De todas las fallas que una persona podría tener, una personalidad “extremadamente controladora” es una de las peores. Ese es un serio obstáculo para saltar.