No soy un psiquiatra, pero mi personalidad se desarrolló en gran medida de esta manera. Tomé mucho tiempo para liberarme del mar de dudas, y todavía no he terminado, pero esto es lo que me pasó. Esta es una descripción de mí como era. Muchos de estos son hábitos que estoy intentando romper conscientemente, con diversos grados de éxito.
Estaba vacilante, nerviosa, visiblemente ansiosa en todo momento. Me moví mucho, y todavía lo hago, pero no tanto como solía hacerlo. Algunas personas se vuelven raras al respecto, pero muchas son comprensivas. Recuerdo con cariño que el padre de un amigo me dijo “Relájate, cariño, nadie viene a getchya”. Cuando me senté, tenía la tendencia de cruzar los brazos y las piernas para cerrarme y ser lo más pequeña posible. Un día estaba sentado en mi sofá y me di cuenta de que, sentada en mi propio sofá, en mi propio apartamento, sola, me había acurrucado instintivamente en un extremo para ocupar el menor espacio posible. Decidí que eso era una tontería y tenía derecho a ocupar espacio en mi propio sofá, así que me tendí. Se sintió bien.
Dudo y me defiendo mucho. A veces no termino mis oraciones. Yo murmuro Esto es algo que actualmente estoy tratando de arreglar.
Cuando camino por la ciudad, evito las zonas y establecimientos abarrotados, para evitar que me vean. Hubo un momento en el que a propósito iba a “escabullirme” dondequiera que iba, deslizándome por las esquinas y demás. Todavía me desvanezco en el fondo y hago lo de camaleón por defecto. Casi nunca hablaba con nadie a menos que ellos hablaran primero. En cualquier situación dada, trataría de encontrar un lugar donde no hubiera gente. Manejaría por carreteras secundarias para evitar ver o ser visto por otros autos. Siempre tendría un fan que disfrazaría cualquier sonido que hiciera.
Asco a la gente y les doy muchas vibras malas porque actúo con desconfianza. Los policías siempre parecen un poco recelosos de mí. Esto se debe al hecho de que constantemente me siento “mal”, como si no se supone que debo estar allí. Cuando siempre te está molestando la sensación de que estás haciendo algo mal o que estás en un lugar donde no deberías estar, actúas con recelo porque intentas evitar que te “descubran” o te arresten, um , existente.
Este es un ejemplo extremo de mi comportamiento, y tiene que ver con algo más que una crítica constante, pero solía cerrar y cerrar habitualmente la puerta de cualquier habitación en la que estuviera.
La curación ha sido difícil, pero estoy llegando.