Cada acto e inacción tiene un efecto dominó de consecuencias. Es interminable
Lo que usted y muchas personas en una posición similar están tratando de encontrar, es un hechizo mágico que evita que este efecto dominó de las consecuencias ocurra en contra de los suyos y sus favores. Te diré una cosa que les digo a todos: ES IMPOSIBLE .
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Sé que da miedo. El miedo es un asesino de la mente. Toma lo poco que tienes en valor embotellado y lo mastica violentamente, cortándolo en trozos pequeños. Luego, al final de cada día, mientras reflexiona sobre cómo puede enfrentar los deseos de su corazón, toma lo que queda de ese coraje y espera que el próximo día sea mejor.
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¡NO VA A MEJORAR!
♥
¿Sabes lo que estás haciendo ahora? Estás creando todas estas fantasías en tu cabeza para disuadirte de perseguir a alguien que te gusta.
¿QUÉ SUCEDE SI NO LE GUSTA Y LE DICE A TODOS SUS AMIGOS?
¡Oh no!
¿Y si un meteorito lo golpea mañana, matándolo instantáneamente? Ah, bueno, al menos ahora no tienes que ver lo que pudo haber sucedido. 😉
¿Sabes lo que hace el miedo? Te diré lo que hace el miedo. El miedo convierte a las personas en una cáscara de lo que podrían haber sido. El miedo arrastra a la gente a la tierra, la arrastra y la traga entera, viviendo el resto de sus días jugando a lo seguro, asentándose y muriendo sin mucho legado que dejar atrás. El miedo lleva a las personas a casarse con las personas equivocadas porque era “suficientemente bueno” cuando en realidad era bastante malo. El miedo te devora, ahueca tu mente y tu cuerpo, haciendo que tus sueños se sientan como un fantasma que persigue un pasado que siempre está fuera de tu alcance.
Tengo 38 este año. Si permitiera que el miedo me contuviera, no habría volado 8,000 kilómetros para encontrarme con una mujer que amaba. No habría volado otros 8,000 kilómetros para casarme con ella un año y medio después. Hoy en día, sería un viejo viejo y solitario teniendo relaciones a corto plazo, sin tener muchos objetivos en la vida y solo esperando hasta que mi hígado se rinda y muera.
Ahora, eres un adolescente. Pregúntate: ¿cuántas cosas estás dispuesto a dejar ir porque temes un futuro que no existe?
Si fueras yo, solo se lo diría en persona y vería cómo responde. Entonces tómalo de ahí. 😉