La próxima vez que la veas, solo sé amable, saluda y luego pregunta si quiere venir a charlar y tomar una taza de té. Si lo hace, puedes conocerla mejor de esa manera. Si no puede por alguna razón, no has exagerado tu mano, solo di ‘quizás otra vez’ o algo así.
Así es como se inician las relaciones y amistades reales, de manera ordinaria.