Trabajé en una librería con una chica a la que llamaré Paula. Paula era nueva en la ciudad y no conocía a nadie, así que traté de ser amable y acogedor con ella. Mi esposo y yo fuimos a ver la película The Blair Witch y la vi en el cine sola, así que la invité a que se sentara con nosotros y ella lo hizo y pareció pasar un buen rato.
Unas semanas más tarde, Paula y yo estamos trabajando un turno juntas y estaba hablando. Ella me interrumpió y me dijo: “No quiero que me hables más, he decidido que no me gustas”. Cuando tengamos que trabajar juntos en el futuro, manténganse tranquilos y no me molesten y no les molestaré “.
Me sorprendió porque no creía haber hecho nada en absoluto para obtener una reacción como esa de ella. En lo que a mí respecta, solo había sido amable y amigable con ella. Ella no me daba ninguna respuesta sobre por qué no le caía bien; ella “simplemente no lo hizo”. Obtuve una larga multa con mis otros compañeros de trabajo. A todos parecían gustarles muy bien y nunca tuve ningún problema con ninguno de ellos.
Aunque hice lo que ella me pidió. Le di un gran rodeo y no le dije nada. La semana siguiente, nuestro gerente de la tienda me llamó a su oficina y me dijo que Paula se había quejado de que yo era agresiva y grosera con ella, lo cual era una mentira total. Su reacción inicial me dolió lo suficiente como para evitarla. Le pidió a Paula una aclaración y ella le repitió que simplemente no le caía bien y que no quería trabajar en ningún turno conmigo.
Para Navidad ese año, hicimos una cosa de Papá Noel Secreto, y adivina quién dibujó mi nombre? ¿Lo cambió por alguien que le gustaba más? No Abrí mi regalo de ella y fue ……… una bolsa de rocas. Como rocas que pondrías en camino decorativo; rocas de rio Esto sorprendió bastante a todos mis compañeros de trabajo, quienes parecían estar tan desconcertados como yo por su odio hacia mí.
Terminó saliendo un mes después y me alegré de ver su espalda. A veces, tienes que tolerar a personas así en situaciones laborales, pero si no tienes que hacerlo, solo di lo que quieras y sé tú mismo. Es su problema, no el tuyo.