¿Alguna vez has sido dominado groseramente por tu novio o novia pero aún así volviste a ellos como un perro?

Sí.

Sabía que mis límites estaban siendo violados con cada demanda sucesiva y mi integridad y sentido de obligación estaban siendo utilizados en mi contra. Pero sigo dejando que suceda. Por meses. Nada de lo que hice pareció detenerlo o dejarme terminar la relación.

Justo hasta que dejé de que sucediera. Nada valiente como una gran confrontación. Solo yo agarrando todas mis cosas y leglándolas sin decir una palabra.

Pero era lo que podía manejar. Y así las cosas pasan día a día.

Me di cuenta de mi error después de unos pocos días, y afortunadamente ella me permitió volver.

No querría estar sin ella. No sabría qué hacer conmigo mismo.

Ella me conoce y sabe qué es lo mejor para mí. Reaccioné en exceso cuando todo lo que ella hizo fue responder un mensaje de texto en mi teléfono.