Creo que estos dos términos significan fundamentalmente lo mismo. Pero seguiré llamándome “feminista” y no “defensora de la igualdad de género“, por dos razones:
- Respeto profundamente la historia del movimiento y la valentía de los hombres y mujeres que iniciaron esa lucha. Al principio, el feminismo consistía en liberar a las mujeres de un sistema opresivo que era tan antiguo y tan profundamente arraigado, que la mayoría de las personas pensaban que era natural. De ahí el nombre. No quiero que ese nombre desaparezca porque es un recordatorio de dónde venimos.
- A escala global, todavía hay patriarcados violentos y opresivos. No veo ningún equivalente a Arabia Saudita, Libia o Egipto, con roles masculinos / femeninos invertidos. Entonces, le guste o no, a escala global, las mujeres siguen siendo las grandes perdedoras de las desigualdades de género. Llamarme feminista significa que reconozco la existencia y el sufrimiento de estas mujeres.