¿Por qué no debemos amar las cosas del mundo?

Porque todo en este mundo es temporal. Ser apegado (diferente del amor, pero creo que más a lo que realmente te refieres) a las cosas temporales es doloroso y disonante, porque cuando esas cosas se van, el apego permanece. Estar apegado a cosas que ya no existen duele horriblemente, y es confuso.

Nada en este mundo durará para siempre. Cada relación que tengas, cada artilugio que compres, cada lugar que sea especial para ti, morirá o cambiará más allá del reconocimiento.

El amor lo sabe. El amor deja ir. El apego no sabe nada. Ama incondicionalmente, pero siempre prepárate para dejar ir.