Cuando una persona se va y usted está seguro de que es definitivo, entonces sea pragmático.
Te ha lastimado. Deja que termine con eso. No continúe lastimándose aferrándose a lo que sucederá exactamente si no se da por vencido con esa persona.
Esa persona se ha ido Usted no es la elección de esa persona. Entonces, ¿por qué evitar que otra persona entre en tu vida? Esta otra persona puede ser mejor. Para la primera persona que te dejó, solo eras una de sus elecciones. Esta nueva persona que ingresa a su vida puede ser una persona para la cual usted es su única opción. No bloquees algo mejor a favor de algo peor.
Al no renunciar a la persona que te abandona, estás aumentando tu sensación de dolor. De ahora en adelante, usted mismo es responsable de su continuo sentimiento de dolor y humillación. La persona que te abandonó ya no es responsable de tu miseria.
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Aprender de la partida de una persona. A veces, el final de las relaciones enseña mejores lecciones que el comienzo de una relación. Al negarse a rendirse, se está negando a sí mismo los beneficios de estas lecciones.
Si crees en el dicho de que ‘todo pasa para bien’ será más fácil soportar el dolor. Estos dolores serán temporales. Al negarse a rendirse, se asegura de que las heridas no se curen.
Al negarse a darse por vencido, continúa perdiendo al tiempo que le permite ganar una victoria.
Al negarse a darse por vencido, se aferra obstinadamente a alguien que no lo desea, en lugar de ser feliz con alguien que lo desea.
¿Por qué no conducirse de tal manera que la persona que lo dejó se arrepienta?
Si te niegas a renunciar a una persona que te ha dejado permanentemente, no tienes a nadie más que a ti mismo a quien culpar por tu infelicidad y desdicha.
GV