Hay dos razones principales.
- La crueldad hacia los niños. Éramos todos niños una vez, todos éramos vulnerables y maleables, y la mayoría de nosotros fuimos atacados por nuestros propios padres, bajo el pretexto de “disciplina”. Cuanto más violentas son las poblaciones, más violentas son para sus hijos. Hay una serie de documentos llamados “Bombas en el cerebro” que tratan este tema.
- Mala filosofía – y buena filosofía usada por malas razones. Existe la religión, donde a las personas menos inteligentes se les enseña cómo posponer la gratificación y obedecer la moralidad. Las personas menos inteligentes necesitan una guía clara y dogmática. Los filósofos atacaron y destruyeron la religión, pero no proporcionaron ninguna otra guía en su lugar. Así como en la leyenda sobre el becerro de oro, la gente ha creado un dios para adorar: el poder del estado. Todos quieren vivir por el estado y usar la fuerza estatal para resolver problemas, obligar a otros a ser buenos, apuntar con armas de fuego a otras personas, sacar dinero de ellos y entregar el dinero a donde crean que hará el bien. El poder corrompe, dicen, pero aún adoran el poder y quieren usarlo para todo, por lo que ahora el mundo sigue siendo corrupto. Creo que eso tiene mucho sentido.